MEXICALI, 14 abril de 2020 (Especial/únicoBC).- El mundo entero transita con incertidumbre y expectativa la pandemia del COVID-19. Las consecuencias de esta nueva enfermedad cambian de un momento a otro, y con ello también se modifican los hábitos y las necesidades de las personas quienes, de manera generalizada, persiguen los fines del resguardo, la salud y el bienestar.
Para quienes son padres de familia, el reto se torna más complicado, ya que además de procurar la integridad propia, deben asegurarse de que cada uno de sus hijos se mantengan sanos física, mental y emocionalmente, al mismo tiempo que cumplen con sus responsabilidades laborales, lo cual tiene una mayor complejidad para quienes tienen ocupaciones que son consideradas como esenciales y que deben seguir acudiendo a su centro de trabajo.
Frente a la pandemia, es importante recordar que los niños aprenden a sobrellevar sus futuros problemas observando la manera en que los padres manejan sus emociones, explicó la Psicóloga Infantil Daniela Díaz Flores, Docente de Tiempo Completo de la Escuela de Psicología de CETYS Universidad Campus Mexicali.
“Los niños son capaces de ver cómo los padres de familia reaccionan ante las diversas situaciones que presenta la vida, en especial ante sucesos como los que se están viviendo actualmente. Por esto, la estabilidad emocional es muy importante cuando se es padre de familia, así como estar conciente de la manera en la que se expresan las emociones frente a los hijos”.
La ansiedad, añadió, es una de las emociones que las personas han manifestado experimentar a causa del COVID-19, posicionándose como uno de los principales motivos de consulta psicológica tanto para adultos como para niños.
“Es importante contar con un soporte psicológico que ayude a los padres de familia a identificar indicadores de ansiedad derivados de la pandemia, en ellos mismos y en sus hijos, tal y como lo enfatiza el Dr. Jerry Bubrick, Psicólogo del Child Mind Institute, en Estados Unidos”.
La necesidad de apoyo de los padres puede detectarse observando el desenvolvimiento del niño, que puede expresar que está sintiendo ansiedad a través de diferentes comportamientos, por ejemplo:
No querer separarse de su padre y/o de su madre
Síntomas físicos como dolor de cabeza, de estómago, ganas de vomitar
Búsqueda de seguridad (¿Vamos a estar bien?)
Dificultades para dormir, cuando no los tenía anteriormente
Seguir comiendo posteriormente de haber almorzado
Confusión e irritabilidad
Respecto a los adultos, aunque es difícil no estar preocupado frente a la expansión del COVID-19, la Psicóloga Díaz detalló que es importante guardar la calma y buscar la mejor manera de mantenerse tranquilos. Para lograrlo, resulta fundamental:
Consultar información de fuentes confiables
Ser cauteloso para ver noticias sobre COVID-19 enfrente de los niños
Preguntar y escuchar a los hijos sobre cómo se están sintiendo
Validar las emociones de los niños, evitar decir: “no pasa nada” “qué simple eres”, es mejor decir: “comprendo por lo que estás sintiendo”, “agradezco que me platiques cómo te sientes”
Ayudar a los niños a sentirse seguros, pero siendo veraces con la información. Solucionar las inquietudes de los pequeños les ayudará a sentirse mejor, cuidando que el lenguaje y contenido empleados sean entendibles para ellos, y sin proporcionarles más información de la que solicitaron.
Responder con sinceridad: Cuando los pequeños hacen una o varias preguntas sobre algo que sus padres no saben, es mejor que se lo digan para que, posteriormente, puedan averiguarlo juntos.
“La salud mental de los padres es indispensable para la de los hijos. Sean pacientes, son tiempos de estar unidos en casa, con tranquilidad y dispuestos a crecer emocionalmente en familia. Cuidémonos todos y en la medida de lo posible, quédense en casa”, concluyó.