MEXICALI.- A pesar de las enormes carencias con la que realizaba su trabajo y la pasión a su profesión, Manuel López Mendoza llegó a ser conocido cariñosamente como el “Médico del Desierto”.
El destino quiso que viera la luz en San Felipe debido a que su padre (José Manuel López Montes), también médico, hizo su servicio social en el puerto. Pero a los pocos meses de nacido se lo llevan a vivir a la Ciudad de México.
En la capital del país hizo sus estudios en el Instituto Politécnico Nacional, de donde egresa como médico general, para después laborar en la Comisión de Box y Lucha del entonces Distrito Federal.
Ya casado y de 29 años de edad, decide, por una razón romántica (así lo afirma), venirse al lugar de su nacimiento, del cual no recordaba nada.
(Avance del reportaje especial que puedes encontrar en la edición #67 de únicoBC, Nuestras Historias de Éxito)