MEXICALI, 23 octubre de 2020.- Mantiene una estrecha relación con la forma en la que las personas piensan, sienten y actúan, así como una gran influencia en la forma en la toma de decisiones, y en el bienestar emocional, psicológico y social de cada una de ellas, ya que coordina los aspectos cognitivo, afectivo y conductual.
Nos referimos a la salud mental, cuya calidad se manifiesta en el despliegue de los recursos emocionales y mentales que le permiten a cada uno transitar por la vida cotidiana, y establecer relaciones significativas, indicó la Mtra. Karina Imperial, Psicóloga y Orientadora en CETYS Universidad.
La salud mental está determinada por factores biológicos que se hallan en los genes, por experiencias de vida, por antecedentes familiares de problemas de salud mental, y por la dieta, actividad física y consumo de sustancias que forman parte del estilo de vida.
Es importante hacer todo lo posible por mantener este conjunto de factores en orden, ya que la salud mental hace posible que las personas desarrollen por completo su potencial, alcanzando el estado de satisfacción y bienestar físico, psicológico y social que se conoce como calidad de vida.
LA PANDEMIA QUE VIENE
Despidos masivos de personal en las empresas para tratar de salvar sus negocios y, en otros casos, en la quiebra y cierre definitivo de los mismos, son algunas consecuencias económicas de la pandemia de COVID-19 que se transita en todo el mundo.
“Según las experiencias adquiridas en emergencias pasadas, se espera que las necesidades de apoyo psicosocial y en materia de salud mental aumenten considerablemente en los próximos meses y años, por lo cual es importante invertir en programas de salud nacional e internacional, es algo de lo cual debemos generar conciencia”, consideró la orientadora.
Agregó que existen algunas señales de alerta, útiles para identificar a quien requiere ayuda:
Manifestar poca o nula energía
Presentar dolores y molestias inexplicables
Cambiar sus hábitos alimenticios o de sueño
Aislarse de las personas y actividades que antes se disfrutaban
No poder realizar tareas cotidianas como ir a la escuela o al trabajo
Sentirse inusualmente confundido, enojado, preocupado o asustado
Fumar, beber o usar drogas más de lo habitual.
Sentirse vacío o como si nada importara
Sentirse impotente o sin esperanza
Tener cambios de humor severos que causen problemas en sus relaciones
Tener pensamientos que no puede sacar de su cabeza
Escuchar voces o creer cosas que no son ciertas
Pensar en lastimarse a sí mismo o a otros
La relación entre la salud física y mental es tan íntima que existe una gran variedad de enfermedades físicas resultantes de trastornos mentales claramente identificados, como las endocrinológicas, las neurológicas, las cardiopatías y las inmunologías, por eso, es importante que al detectar las señales anteriores, se busque la ayuda de un profesional para superar el problema.
“Gozar de plena salud mental ayuda a enfrentar el estrés de la vida diaria, a tener relaciones sanas, a contribuir en la comunidad, a trabajar productivamente e incluso, a mantener buena salud física; por eso es importante saber qué es y cómo medir cuándo se tiene y cuándo hace falta mejorar aspectos que ayuden a mantenerla”, concluyó la Mtra. Karina Imperial.