MEXICALI.- Para algunas personas la llegada del verano genera gran expectativa, entre otras cosas por las vacaciones, las visitas a la playa y los platillos y bebidas refrescantes que suelen acompañarlo, cuando se trata de un calor extremo como el que se está viviendo en la mayor parte de la República Mexicana podría representar un riesgo para la salud; especialmente si no se tienen los cuidados pertinentes. Las temperaturas elevadas y prolongadas afectan tanto el bienestar físico como la salud mental. 

Así lo explicó el Dr. Daniel Álvarez Núñez, coordinador de la Maestría en Neuropsicología y docente de tiempo completo en Cetys. 

“Las altas temperaturas pueden generar diversas repercusiones en las personas, dentro de los que se destacan los problemas de sueño. Un ambiente en donde se sienta un calor agobiante puede afectar la consolidación y mantenimiento del sueño durante la noche, lo que puede afectar directamente nuestro rendimiento al día siguiente, así como la velocidad de procesamiento, atención, memoria, entre otros procesos”.

Además, el calor excesivo puede generar incomodidad, irritabilidad y dificultad para mantener la concentración, pasando por una situación estresante en donde el cuerpo consume sus recursos para intentar restablecer la temperatura corporal apropiada. 

“En ese estado nos podemos volver más reactivos ante cualquier estímulo, lo que puede exacerbar las emociones negativas. Por ejemplo, en países como Estados Unidos y Australia se ha observado que, durante la temporada de olas de calor, existe un incremento en los conflictos interpersonales y violencia”, detalló el coordinador.

Ante el inicio del verano, las temperaturas récord generadas por las diversas olas de calor que se mantienen activas en territorio mexicano desde principios de junio del 2023 y la inminente llegada de la canícula (un período de aproximadamente 40 días que este año abarcará del 3 de julio al 11 de agosto de 2023, en el que se experimentarán temperaturas muy altas), es importante implementar algunas medidas preventivas como: 

  • Mantener una hidratación adecuada evitando el consumo excesivo de bebidas con cafeína o alcohol, ya que pueden aumentar la deshidratación.

  • Utilizar protector solar con un factor de protección solar adecuado. 

  • Usar alguna prenda que pueda cubrir la cabeza y cuello y lentes de sol para proteger el rostro y ojos.

  • Mantener contacto con personas vulnerables a las altas temperaturas, por ejemplo, adultos mayores y personas que viven con alguna enfermedad o discapacidad. Es importante verificar su bienestar y ofrecerles ayuda si es necesario durante los periodos de calor intenso.

  • En caso de experimentar síntomas de agotamiento por calor o golpe de calor, como mareos, confusión, náuseas, pulso rápido o piel enrojecida y caliente, buscar atención médica de inmediato.

 

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