MEXICALI, 22 abril de 2020 (Especial/únicoBC).- La exposición a un virus, y posteriormente a una enfermedad desconocidos, ha puesto sobre la mesa una reflexión acerca de la importancia del conocimiento, de la prevención, la preparación y de la toma de decisiones. 

Yokoi Kenji, conferencista colombiano de origen japonés, sostiene que la disciplina tarde o temprano vencerá a la inteligencia, demostrando que no basta con tener el talento o las aptitudes para conseguir un objetivo, sino que es necesario estimularlas y desarrollarlas para obtener el éxito en lo que se realiza. Esta visión, ahora más que nunca, es vital para la supervivencia colectiva, consideró la Psicóloga Marilyn Martínez Larios, Docente de la Licenciatura en Psicología en CETYS Universidad Campus Mexicali. 

Añadió que ahuyentar la amenaza y exposición constante de la salud, y con ello frenar la pandemia que diariamente cobra la vida de cientos de personas en México y en el mundo, depende de nuestra disciplina y de nuestro grado de responsabilidad.  

Paradójicamente, y sin importar cuán alarmantes sean las estadísticas, la población mexicana aún no entiende el riesgo vital y las consecuencias que de ello se avecinan. 

“Hasta la segunda semana de abril, más del 50% de nuestra población continuaba en movilización, de acuerdo con reportes de Google. De esta manera, están aumentando los factores de riesgo que pueden afectar, no solo de manera individual, sino a todo su entorno”. 

La psicología del mexicano, dijo, ha documentado la solidaridad y espíritu de trabajo arduo que caracteriza a nuestra población frente a las catástrofes, pero también ha detectado que frente a una situación desconocida, aunada a la falta de conocimiento y miedo al porvenir, los mexicanos buscan a quién responsabilizar, en este caso de la expansión de la pandemia, sin recordar que los responsables somos nosotros mismos. 

“Este pensamiento afecta nuestra integridad física, y también la salud mental colectiva, pues contribuye a crear pánico, incertidumbre, crisis emocionales e incluso agresión por miedo a lo desconocido. El aspecto positivo es que es precisamente en las crisis donde tenemos una oportunidad de crecimiento; nuestro país tiene enfrente una inmejorable área de oportunidad, que es el aprender a actuar a tiempo, y a ser más que solidarios, disciplinados y responsables”.  

La sociedad mexicana ha mostrado una tendencia a emitir juicios prematuros y críticos en contra de los protocolos establecidos por la Secretaría de Salud para contener la pandemia. En contraparte, la declaratoria de la fase 3 del COVID-19 en México es una respuesta tajante que nos recuerda que, cuanto antes, debemos dejar de evadir o acuñar a alguien más la responsabilidad y la disciplina que se requiere para frenar la propagación del coronavirus. 

“Las decisiones que comencemos a tomar en adelante, definirán si la curva de contagios aumenta o disminuye, y por lo tanto si la pandemia se controla o causa estragos irreversibles. Quedarnos en casa es hoy por hoy la mejor y más grande muestra de responsabilidad y disciplina que podemos mostrar, para con nuestras familias, con nuestra comunidad, con nuestra nación y con el mundo entero”, expuso.

De dichas decisiones dependen las bases con las que en un futuro cercano, los mexicanos enfrentaremos el desafío de restaurar la economía, la educación y todos los estragos generados durante la emergencia sanitaria. 

“Retos importantes se avecinan. Esta situación ha puesto a prueba algo más que nuestro sistema inmunológico; ha expuesto nuestros valores, nuestra ética social, y de nuevo, nuestra disciplina y responsabilidad. Para salir adelante, nos debe quedar claro que esta batalla no la ganará el pueblo más fuerte o alguna de las potencias mundiales; el menos afectado será el pueblo más disciplinado”, concluyó la docente. 

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