MEXICALI.- La llegada de la primavera, con sus días más largos y mayor exposición a la luz solar, provoca en muchas personas un aumento en la energía y el bienestar. Sin embargo, en las mujeres, esta transición también podría influir en el equilibrio hormonal, afectando el bienestar emocional como en la salud ginecológica.  

“Con la llegada de la primavera, el cuerpo femenino experimenta una serie de cambios físicos y emocionales impulsados por el aumento de la luz solar y la alteración de los ritmos circadianos. Se potencia la liberación de oxitocina y dopamina, sustancias asociadas con el placer y la conexión emocional, lo que puede intensificar la atracción y la libido. Además, los días más largos contribuyen a combatir la somnolencia diurna, generando más energía y vitalidad” explicó José Rojas Serrato, director del Hospital Materno Infantil de Mexicali.

Sin embargo, estos beneficios hormonales no siempre vienen solos, ya que el cuerpo también puede enfrentarse a ciertos desequilibrios. El cambio estacional puede provocar alteraciones en el ciclo menstrual debido a la influencia de la luz solar en los niveles de melatonina, lo que puede ocasionar irregularidades o intensificar síntomas del síndrome premenstrual, como cambios de humor, sensibilidad mamaria o cólicos. 

“Algunas mujeres también experimentan astenia primaveral, un fenómeno caracterizado por fatiga leve, insomnio ocasional y falta de energía, lo que contrasta con la vitalidad propia de la estación. A nivel emocional, el aumento de dopamina y serotonina puede generar altibajos llevando a picos de euforia, seguidos de episodios de melancolía o incluso ansiedad” añadió. 

Para equilibrar la salud hormonal durante esta temporada se recomienda moderar la exposición al sol. Además, llevar una alimentación balanceada con alimentos ricos en magnesio, como frutos secos y vegetales de hoja verde, puede estabilizar el sistema nervioso y mejorar el estado de ánimo. Mantener horarios regulares de sueño también es clave para reducir la fatiga y regular las hormonas de manera natural.

La actividad física regular también juega un papel clave, ya que el ejercicio moderado contribuye a equilibrar las hormonas y reducir el estrés. 

De igual forma, consultas médicas periódicas son clave para monitorear cualquier irregularidad hormonal y recibir orientación personalizada, sobre todo en esta época del año. Finalmente, ante cualquier cambio significativo en el ciclo menstrual o en el estado anímico, es importante acudir al ginecólogo para recibir atención médica adecuada, finalizó.

 

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